Viena, 14 y 15 de marzo, 2023.  En el marco del segundo y tercer día de la sesión 66° de la Comisión de Estupefacientes (CND) que se celebra en la sede de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena, la delegación de Colombia participó en varios eventos paralelos que el país ha copatrocinado.

El evento paralelo: “The coca leaf and UN drug control: repairing a historical mistake” organizado por Bolivia contó con la intervención en modalidad virtual del Ministro de Justicia y del Derecho, Néstor Osuna, quien enfatizó sobre los altos costos humanos, económicos y sociales derivados de la guerra contra las drogas y la importancia del proceso de trasformación de la política de drogas que está adelantando el país, hacia una enfocada en cuidado de la vida, la justicia social y ambiental como parte del objetivo de alcanzar la Paz Total.

El Ministro respaldó al Estado boliviano en su iniciativa de elevar la solicitud ante la Organización de Naciones Unidas para activar el proceso de examen de la clasificación de la hoja de coca, que actualmente se identifica como estupefaciente en la lista 1 de la Convención única de Estupefacientes de 1961, y lograr que sea reconocida como una planta al servicio de la Paz y una alternativa de subsistencia sostenible.

De manera paralela, se realizó el evento: “The ineffectiveness of disproportionate sentencing: towards sensible and people – centered policies”, liderado por la Red Iberoamericana de ONG que trabajan en Drogas y Adicciones (RIOD). El Viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Camilo Eduardo Umaña, resaltó que las sentencias desproporcionadas por delitos de drogas, las cuales son parte del actual modelo punitivo y prohibicionista, tienen un efecto directo sobre las poblaciones más vulnerables, lo cual evidencia la necesidad de construir políticas más humanas.

Dando fin a la agenda del segundo día, se realizó el evento “The impact of drug policy on economic, social and cultural rights: overturning decades of neglect” organizado por la International Drug Policy Constium (IDPC). El mismo contó con la intervención de la Viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil, quien expuso la importancia del impacto de las políticas de drogas en los derechos sociales, económicos y culturales. A su vez, la Viceministra destacó las mujeres se han visto desproporcionadamente afectadas especialmente como víctimas de la violencia y de discriminación.

Durante el tercer día de la sesión, en el evento “Licit uses of coca crops in Colombia”, organizado por la  International Center for Ethnobotanical Education (ICEERS) y copatrocinado por Colombia y Open Society Foundations, el Director General del Servicio  Nacional de Aprendizaje (SENA), Jorge Eduardo Londoño Ulloa,  destacó que por medio de una educación técnica, complementaria y tecnológica se busca  la generación y promoción  del conocimiento de los diversos uso lícitos de la hoja de coca con el fin de dignificarla y darle mayor relevancia a la cosmogonía de los pueblos indígenas.

En el evento “Desafío y buenas prácticas en el control de sustancias para la fabricación de estupefacientes y psicotrópicos en América Latina”, organizado por Honduras, la Subdirectora de Control y Fiscalización de Sustancias Químicas y Estupefacientes, Luisa Gómez, resaltó la importancia del reconocimiento, vigilancia y control de precursores químicos en los mercados de actividades legales. Asimismo, presentó el Sistema de Información para el Control de Sustancia y Productos Químicos (SICOQ), una herramienta clave en el registro de los movimientos de sustancias dentro del territorio.

Por último, en el evento “Human rights and drugs: What have we learned and where are we heading to?” a cargo de República Checa se contó con la participación de David Filomena, Asesor de la Dirección de Política de Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia quien resaltó la importancia de evitar la estigmatización y criminalización de los grupos poblacionales como los campesinos y personas que viven en zonas rurales y que por diversos motivos tienen que acudir a trabajar en cultivos ilícitos como única forma de sustento.